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Eres como un árbol

¿Cuánto están cambiando las cosas? Aparentemente mucho. Encontrar o mantener el empleo ya no sólo es cosa de hacer lo que nos manden y como nos manden. Requiere saber reenfocar la situación y estar en un continuo proceso de adaptación al cambio. Suena agotador pero, como con todo, es cuestión de aceptar las normas del juego y acostumbrarse.

No hace muchos meses aún había quien se resistía a la idea de asumir y ser cambio. Ya no hay vuelta atrás. Hasta los más incrédulos se han convertido.

Sí, aparentemente las cosas han cambio aunque sigue manteniéndose la esencia de siempre; ganará el que mejor se adapte. Se adaptará el que más se esfuerce y mejores habilidades demuestre. Las habilidades no salen del aire, hay que entrenarlas. Sí, tiene su componente innato pero nada más. Necesita elaborarse para ofrecer su mejor receta.

Somos como árboles que necesitan crecer y desarrollar. Necesitamos cuidar nuestras raíces y saber obtener de las experiencias profesionales los aprendizajes con más valor, recordar y revisar lo aprendido hasta adaptarlo o transformarlo a imagen y semejanza de la nueva realidad. La savia de nuestras venas nos dará impulso y motivación para seguir en un proceso lleno de obstáculos. Algunos de ellos provienen del sistema y sus condiciones pero muchos de ellos, quizás la mayoría, nacen de nuestra inconsciencia, incapacidad o falta de motivación para bailar un baile que, o no nos gusta o desconocemos los pasos. Necesitamos inyectarnos savia nueva que no mueva al deseo y no al miedo. Tenemos un punto a favor; el mundo está tan revuelto que la posibilidad de mejora aún es mayor. El contexto está tan perplejo ante lo sucedido que se está abriendo a más perspectivas y sugerencias; haz tu aportación, date a conocer de una forma creativa.

El tronco de un árbol es tu propio tronco; la caja fuerte de tu valor añadido. ¿Qué puedes y estás dispuesto a aportar? Ahí está guardado ese saber, ese ser o saber hacer que te hacen diferente a otros candidatos. Puede que creas que tu perfil profesional es muy común. Es posible que lo sea. Pero no hay nadie como tú; si la ciencia no engaña no hay dos personas iguales así que algo tendrás tú que no tienen los demás, ¿no? Profesionalmente hablando has de identificar cuál es ese valor y darle forma hasta tal punto que te pueda abrir puertas laborales.

Si hay una empresa o un trabajo que te intereses especialmente es fundamental que, antes de proponer tu candidatura, tengas claro cuál es ese valor. Si no lo haces, es posible que te quedes en el cajón.

Y ¿Qué me dices del ramaje?. Tu ramaje profesional está formado por todos los contactos que tienes y que has de tener. Genera una red de ramas sobre las que, cual monito, puedas ir colgándote hasta conseguir tu objetivo.

Cuida y alimenta a tu árbol. Sé constante. Pronto vendrán los frutos.

Imagen: pexels.com