Así es, formarse es, “darse forma”; preparar y modelar un perfil profesional y personal cada vez más cercano a la excelencia. Se trata de mejorar nuestra propia versión y modelarnos. Formarse es sumar valor añadido a nuestro perfil en la búsqueda de empleo.
Por supuesto, no se trata de formarte en cualquier materia y de cualquier forma. Has de valorar en qué necesitas y quieres formarte y cuál es la mejor fórmula para ti en este momento (versión online, presencial e incluso versión mixta).
- Puedes formarte en algo que no sabes: adquirir herramientas técnicas y conocimientos en idiomas, informática, gestión financiera, organización y demás temáticas vinculadas a la actividad que quieres desempeñar profesionalmente.
- Puedes desarrollar y actualizar tus conocimientos en determinadas áreas ya que las formaciones están en continua innovación y las empresas valoran candidatos bien formados e informados.
- También puedes y debes formarte en la adquisición de habilidades personales y profesionales vinculadas no sólo al desarrollo de una actividad profesional sino a la propia consecución de un empleo. En este sentido es interesante saber cómo realizar un currículum atractivo, cómo desenvolverse con las redes sociales en general y con las profesionales en particular, adquirir y desarrollar habilidades sociales necesarias en una entrevista de trabajo o actividad diaria profesional, etc.
Saber elegir cómo y dónde formarte tiene su relevancia. Actualmente, hay numerosas opciones tanto presenciales como online, de pago y gratuitas.
Desde empresas, organizaciones, asociaciones, fundaciones y demás entes públicos y privados se promueven acciones formativas variadas y destinadas a diferentes colectivos. Infórmate sobre ello y valora qué te ofrecen y cómo lo hacen. Ocúpate de conocer los pormenores de cada propuesta formativa y, si lo ves necesario, busca orientación y asesoramiento.
Formarse es una buena opción y mejor inversión si lo haces bien informado orientado o asesorado: hay mucha oferta y toda ella no encaja con tu perfil ni necesidades. Elegir bien es más complejo de lo que parece.
¿Qué debes tener en cuenta? Fundamentalmente:
- Contenidos de la formación: qué temáticas se van a tratar con mayor profundidad. Grado de especialización.
- Duración de la formación.
- Profesorado.
- Metodología de la formación; teórica, práctica o mixta.
- Requisitos para la admisión en la formación.
- ¿Tiene bolsa de empleo?
- Oportunidad que ofrece de generar contactos.
- Características del material y medios formativos; temario, contenidos, medios de adquisición, plataforma online y accesos, tutorías, etc.
- Diferenciación de la formación: qué aporta frente al resto.
- Acreditaciones de la formación.
- Formas de Pago; en caso de que sea una formación de pago ver qué opciones o facilidades plantean.
Una buena formación puede cambiar tu vida laboral fomentando tus posibilidades frente a otros candidatos y haciendo que tu perfil cumpla más y mejor los requisitos de empleabilidad. En algunas ocasiones puede ser tu acceso directo a un empleo.
Formándote no sólo recuerdas, aprendes, te actualizas y reciclas sino que generas networking; amplias y diversificas tu cartera de contactos. Casi nada.
Recuerda que para que tu formación genere más valor, proyección y posibilidades no hay como las redes para que todos sepan que eres un candidat@ en buena forma; bien formado.