fbpx

7 típicos errores en la búsqueda de empleo

Empiezas con muchas ganas e ilusión. Después de todo, encontrar un buen trabajo no es fácil y puede cambiar nuestra vida. Comienzas el proceso con mucha energía y dispuest@ a mejorar y aumentar las posibilidades de éxito. Y, sin darte cuenta, cometes algunos o muchos pequeños errores que disminuyen notablemente tus posibilidades de conseguir el empleo deseado.

Estos son algunos de los errores típicos que se suelen cometer a lo largo del proceso de búsqueda de empleo:

Pensar que encontrar empleo deseado «se hace en dos días«. No es lo común. Las oportunidades suelen llegar tras un proceso y un trabajo previo. Por supuesto, puede haber excepciones pero seguro que han sido precedidas de algún tipo de acción. Una buena oportunidad profesional, salvo raras excepciones, surge como consecuencia de que alguien ha podido comprobar el potencial del candidato para poder avalarlo o contratarlo.

Elaborar currículums en masa. Un currículum no es un churro (en ninguno de los sentidos). Un currículum es tu presentación escrita y los destinatarios tampoco son iguales entre sí por lo que no se van a mostrar interesados en una historia estándar. Cuanto más te interese un puesto, más adaptado ha de estar el currículum. Selecciona los contenidos en función de la empresa o persona destinataria y cuida de que tu fondo y forma sean coherentes con la imagen que quieres transmitir.

–  «Echarse a dormir» Una vez distribuidos cientos de currículums lo más fácil es pensar: «Ya me llamarán». El proceso de búsqueda o cambio de empleo es ACTIVO y requiere de una actividad PRESENCIAL constante. Congresos, formaciones, charlas, networking, etc. son citas obligadas para darte a conocer y llegar hasta donde no llegan los currículums.

No preparar las entrevistas. Está muy bien que creas en tus capacidades e incluso en tus posibilidades pero no olvides que dispones de un tiempo limitado para dar las respuestas más adecuadas. Corres el riesgo de dispersarte y no contar lo fundamental, de quedarte en blanco y de que te traicionen los nervios. Un poco de ensayo, nunca viene mal.

– Desatender tus redes sociales. Es indiferente, tanto redes sociales profesionales como las personales han de ser acordes con la imagen que quieres proyectar. Si hay incoherencias, es posible que prevalezcan aquellas que menos te favorecen. Te estoy hablando de cuestiones como aficiones, fotos, comentarios, actualizaciones, etc. En el caso de que no tengas redes sociales es interesante que te cuestiones si, en función de tu perfil y expectativas profesionales, deberías de tenerlo.

No están todos los que son pero sí son todos los que están: errores muy comunes que nos alejan de nuestro objetivo. En muchos casos no somos conscientes de que pequeños errores generan grandes distancias.