Cuando el COVID19 apareció en China, casi todos y casi todas pensamos “Aquí no llega” era nuestra etapa de NEGACIÓN. Negación de algo que ha sido, es y será, durante unas semanas más, evidente. Bueno, pues el Coronavirus ya está aquí, y ha venido a quedarse unos cuantos días con nosotros y nosotras.
Ahora qué toca, pues el enfado, la etapa de la IRA. Nos enfadamos con los políticos, nos enfadamos con nuestras parejas, con nuestros hijos e hijas, nos enfadamos con la prensa, con la televisión, con lo que dicen en la prensa, con lo que dicen en la televisión, con lo que dicen en la radio, con lo que se dice en internet (todas las redes sociales). Nos enfadamos con los que salen a la calle, con los que no nos dejan salir a la calle,… Buff ¡!!Agotados y agotadas de enfadarnos.
Ahora llega el momento de buscar nuestro espacio, nuestro momento, nuestro alejamiento,… Tú sacas al perro por la mañana y yo por la tarde. Yo compro el pan yo y tú dentro de dos días (¡que en todas las casas hay congelador!). El crucigrama lo hago yo y tú el sudoku. Primero usas tú la elíptica y luego yo,… Etapa de NEGOCIACIÓN hasta que encontremos nuestro espacio, nuestras ocupaciones, hasta que nos demos un baño de realidad y lo asumamos.
Muy bien, ya lo hemos asumido. Genial, ¿no? Pues no, porque ahora llega la etapa de la DEPRESIÓN, nos cansamos de la rutina, nos invade el aburrimiento, sacar al perro nos parece poco, no dan nada en la tele, me he cansado de todos los comentarios en las redes, internet se colapsa… ¿Qué panorama verdad?
Menos mal que esta etapa también finaliza y aparece la etapa de la ACEPTACIÓN. Ya está, estos días son así, suena el despertador por la mañana, hay que preparase, hay que desayunar, comer, merendar y cenar y mientras tanto leer, escribir, disfrutar de la compañía, pintar, pensar,..
Porque la vida sigue, las flores siguen creciendo, estamos en primavera y están preciosas. Porque pasan los días y llega un cumpleaños, hay que celebrarlo. Porque tenemos que cuidarnos y fortalecernos y crecer y florecer, porque esto va a acabar algún día y tendremos que volver a la normalidad y cuando esto suceda no debemos sentir que hemos perdido el tiempo. No debemos arrepentirnos de no haber hecho lo que teníamos que hacer. ¡Aprovecha estos días y no te arrepentirás!