Esta es una de las preguntas más repetidas en algunas formaciones y talleres para el empleo. Surge cuando se habla de redes sociales y su importancia en la búsqueda de empleo. Hay candidatos a los que les enfada la idea de que miren su perfil en las redes sociales.
La información es poder y a todos nos gusta saber a quién tenemos enfrente. Una de las premisas básicas antes de acudir a una entrevista de trabajo es que te informes sobre la empresa que tiene el puesto vacante. Es una información valiosa tanto para desenvolverte mejor en la entrevista como para tener una opinión sobre ella y saber si te gusta más o menos.
A la empresa también le importas tú. Se interesará por ti en el mismo momento en que alguien le de referencias tuyas o reciba tu currículum para cubrir algún puesto. Le interesa saber sobre tu experiencia y formación (para eso está el currículum y referencias) y también le interesa saber cómo eres, qué te gusta hacer, qué opinas sobre determinados temas, etc. Aquí es donde las redes sociales y páginas como Facebook, Twitter o Instagram (entre otras) son grandes aliadas y “chivatas” de todo lo que no se cuenta en un currículum o entrevista de trabajo. Hablan por ti y de ti. Lo que muestren será tu carta de presentación “viva”.
Saber gestionar nuestras redes sociales no es una broma; es una necesidad. Varios estudios confirman que la mayoría de las empresas (hasta un 90%) recurren a las redes sociales como fuente de información sobre candidatos y que nuestras publicaciones, comentarios, etc. pueden hacernos perder oportunidades de empleo.
Si fueses tú quien selecciona, ¿No harías lo mismo?
Ideas:
- Ser muy cuidadoso con los contenidos y comentarios de nuestras redes sociales. Es la manera más eficaz de evitar informaciones que te puedan perjudicar. Si no hay contenido polémico no habrá posibilidad de difundirlo.
- Configurar tus redes sociales para que sólo pueda acceder a ellas quien tú quieras.
Tener “saneadas” las redes sociales da buena imagen de nosotros y propicia la confianza del reclutador. Ya no sólo se trata de encontrar empleo sino también de mantenerlo. De alguna manera podemos decir que nuestras redes sociales son nuestro DNI online que da mucha información informal y actualizada de nosotros y de nuestra vida.
Esta información completa a la del currículum y hace que nuestra candidatura se cotice más o menos. No se trata tanto de que la empresa vea si somos o no buenas personas sino de que crea que nuestro perfil, opiniones, tendencias, hábitos, etc. encajan con su filosofía y misión. Otros aspectos que pueden delatar las redes sociales son incoherencias y mentiras en el currículum, relaciones con otras empresas, etc.
Viéndolo desde otra perspectiva también podemos destacar que las redes sociales personales nos ayudan a potenciar nuestra imagen si somos coherentes con lo que transmitimos a través del currículum y la entrevista de trabajo; si estamos orgullosos de lo organizados que somos reflejarlo también en las redes sociales, si nos encanta el mundo de la publicidad no estaría de más compartir publicaciones relacionadas, etc.
Hemos hablado de Instagram o Facebook como redes sociales personales. En otros post profundizaremos sobre la importancia de otra red social profesional: Linkedin.
No olvidemos que, a afectos externos, las redes sociales (personales o profesionales) son una prolongación de nosotros mismos.